Ignacio Iglesias Villanueva ya es historia en el fútbol español. El árbitro gallego, que llevaba tres temporadas formando parte del cuerpo específico de VAR, será apartado hasta el final del curso y, después, no volverá a formar parte del arbitraje profesional español. La decisión la han tomado la RFEF y el Comité de Árbitros después de sesgar las imágenes que se enseñaron a De Burgos Bengoetxea en el Valencia-Real Madrid, donde ocultó cómo Mamardashvili agarraba a Vinicius y cómo Hugo Duro cogía del cuello durante 10 segundos al brasileño.
Sin embargo, no son las únicas polémicas que ha acumulado Iglesias Villanueva esta temporada. De hecho, en enero se le metió en la nevera después de pasar por alto un claro fuera de juego en un gol del Elche ante el Cádiz, vital en la lucha por la permanencia. En clave Real Madrid, el colegiado ha cometido claros errores en contra de los intereses del equipo de Ancelotti y, concretamente, con Vinicius como protagonista.
El pasado curso, en La Cerámica, permitió que dos jugadores del Villarreal agredieran a Vinicius sin llamar al árbitro de campo para que revisara la jugada. Albiol dio un codazo al brasileño de forma deliberada y Parejo le soltó una colleja con el juego parado. En ninguno de los dos casos avisó a Sánchez Martínez para que acudiese al monitor.
Tampoco dio como válido un gol de Vinicius en el Pizjuán en la pasada campaña que sí que debió subir al marcador. Los blancos buscaban la remontada después de perder al descanso por 2-0 y el brasileño hizo el 2-3. Sin embargo, utilizó una toma en la que parecía que el balón le pegaba en el brazo, obviando otra en la que se apreciaba como golpeaba en el pecho, para que el colegiado anulara el gol.
Este curso, en otro Villarreal-Real Madrid tampoco llamó a Soto Grado por un codazo de Parejo a Rüdiger, pero fue más escandaloso lo que sucedió en el Real Madrid-Girona de la jornada 12. Entonces, llamó a Melero López para que visionara una mano de Asensio que, según el protocolo, no era punible, puesto que el balón venía rebotado de su pecho. No le avisó para que sí que concediese un gol de Rodrygo, que era el 2-1 y que no subió al marcador al entenderse que estaba controlado por el portero, cuando en realidad estaba en disputa.
Esta temporada, Iglesias Villanueva ha tomado también desde el VAR decisiones más que polémicas a favor del Barcelona. En la visita culé a Mestalla, no reclamó al árbitro para que expulsara a Marcos Alonso por una entrada durísima sobre Marcos André. Tampoco avisó a Sánchez Martínez en el Barça-Atlético por una mano en el área de Busquets.